Cualquiera de los proyectos interactivos a los que nos hemos enfrentado, nos estamos enfrentando y nos enfrentaremos, suponen un desafío humano y técnico, en el que resulta fundamental la planificación minuciosa en base a la experiencia adquirida en todos estos años.
Partiendo de una idea, en el caso de los directores de marketing, un deseo más bien, estamos obligados, por nuestra propia forma de encarar el trabajo y la vida, a entregar un producto acabado que no sólo sea funcionalmente perfecto, integrando multitud de distintos gadgets (cada uno de su padre y de su madre en cuanto a programación, sistemas operativos, licencias, drivers y vicisitudes propias del ecléctico mundo informático), sino que también suponga una satisfactoria experiencia para el usuario final, por lo que a todo lo anterior hay que sumar la integración del software que culmine con un producto interactivo, intuitivo, usable, sorprendente, atractivo, justiprecio e infalible…
Evidentemente, como cualquiera que haya usado un dispositivo electrónico sabrá, la infalibilidad es imposible, así que incluso después de entregado el producto, también tenemos que encontrar las soluciones a posibles incidencias, normalmente por la intervención humana que podemos resumir en el “no toques, ¿por qué tocas?” o el también clásico “siga usted el manual de instrucciones que nos llevó días redactar”.
Por suerte, nuestro equipo multidisciplinar, ha hecho del desarrollo e integración su modus vivendi y cada ítem que se resiste a integrarse les supone un acicate en el que vuelcan sus esfuerzos, sus minutos, horas y días hasta encontrar la solución adecuada para hacer fácil (para el cliente y el usuario) lo difícil (nunca imposible para ellos).
En las imágenes podéis ver a parte de nuestro equipo trabajando en el desarrollo e integración para un tótem vertical de:
Equipo informático al que hemos tenido que “extirpar” el sistema operativo ya que no se llevaba bien con el uso que el cliente quería darle al tótem.
Impresora de tickets, cuyos controladores prácticamente hemos tenido que reconfigurar para permitir la correcta impresión
Cámara digital, también con unos drivers más difíciles de encontrar que el Pokemon Articuno
Y por último, no por ello menos complicado de integrar, el sistema interactivo de la pantalla y el desarrollo del software para que el usuario pueda usar todo lo anterior con un solo dedo (o varios en el caso de pantallas multitouch) y la experiencia sea exactamente la de la idea objetivo inicial.
En resumen, hacemos de carpinteros, electricistas, técnicos de imagen y sonido, creativos, analistas, consultores, informáticos, ingenieros de sistemas, investigadores, intérpretes de sueños y todo con una única idea en mente: la satisfacción del cliente.
Saludos,
Luis Puntas Ortiz
Interactuando que es gerundio